miércoles, 26 de diciembre de 2007

Recuento de la navidad

Por fin se acabó la navidad y no es que no me hubiera gustado las celebraciones y los regalos sino que era demasiada la mezcla de congoja, histeria colectiva y celebración (un reto para los psicólogos explicar el comportamiento humano en navidad), así que este es un recuento de mis festejos en esta temporada.
  1. Trabajé medio día el veinticuatro de diciembre, al salir rumbo a la chamba me dí cuenta que las calles estaban semi desiertas y me dieron muchas ganas de regresarme a dormir a la casa.
  2. El convivio underground que se armó en la oficina duró prácticamente toda la jornada laboral.
  3. El chal en la oficina duró todo el día y me enteré de chismes que corrieron hace quince años (cuando yo todavía era una escuincla de primaria)
  4. Efectivamente, mi hermana entró en histeria cuando le faltaban bastantes regalos por comprar y me habló llororsa para que le pudiera ayudar (¿quién se puede resistir a las lágrimas de su única hermana?)
  5. Mi tía también entró en histeria cuando le entregaron solo un pavo de cuatro kilos cuando ella había pedido dos pavos de siete kilos y es que es imposible darle de cenar a cincuenta personas (contadas por una servidora) con un mísero pavo de cuatro kilos. La crisis fue solucionada y al final todos cenamos.
  6. Mi mamá tuvo otro ataque de histeria cuando se nos olvidó un regalo del intercambio en mi casa (la noche buena siempre es en la casa de la abuela)
  7. Después de tanta histeria mi conclusión es que no servimos para festejar la navidad, deberíamos festejar otra cosa sin regalos ni cena.
  8. Todos llegaron tarde y tuvimos que empezar el festejo a las doce de la noche (como ellos no se levantaron a las cinco y media de la mañana)
  9. Tuvimos invitados extras como la novia de mi primo que nos visitó desde Austria (simpatiquísima la Cristina, me cayó muy bien) y un amigo de otro primo que de seguro no tiene familia porque también pasará año nuevo con nosotros.
  10. En el intercambio que hacemos de broma me regalaron una tribuna libre en compensación por el libro que había pedido.
  11. En el intercambio verdadero me regalaron una secadora de cabello (no me pregunten por que extraña razón), ya tengo dos y estoy vendiendo una para comprarme el libro que quería como regalo, ¿alguien necesita una secadora de cabello?, ni abierta está.
  12. La pachanga se acabó tardísimo y dormí hasta las cuatro de la mañana.
  13. Mi hermana trabajó el veinticinco de diciembre así que se levantó a las seis y media de la mañana para darnos los regalos. Me tuve que levantar también.
  14. Regalos que di a mi familia: a mi mamá un pantalón que había visto en Fábricas y le encantó y a mi hermana una bolsa que le gustó mucho.
  15. Regalos que me dio mi familia: mi mamá una piyama y el dvd de la "Corporación" (buenísimo el documental) y mi hermana el dvd del "Laberinto del Fauno", me encantó.
  16. Comida en casa de la abuela para echar chal y burlarnos de la noche pasada, así como ver a mis primos pequeños y emocionarme con sus juguetes (tengo una niña adentro)
  17. Dormir a las nueve y media de la noche.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Wow! ¡Te regalaron el dvd del laberinto del faunooooo!!! qué chido! Luego me la prestas, ok?

Bueno, debo decirte que tu Navidad estuvo más emocionante que la mía, jajaja, la mía estuvo muy tranquila y muy tradicional, de rezar, pedir y dar posada, esperar a que se abra la gloria, arrullar al niño y ya no te sigo contando porque sé que estos rollos no te gustan...

Recibí una noticia que ya te contaré, tenemos que platicarla (sobre ya sabes quién)..

Un abrazo.

El inesperado y sorprendente retorno de Gorduchito dijo...

Pues sí, sería chido reunirnos un día para ver la película.
Corina, es urgente que platiquemos de la noticia que sabes, ¿qué onda?, ¿cuándo nos vemos?