Más sobre mis aspectos laborales

Cansancio, aburrimiento, hartazgo, esas palabras dicen más sobre mi estado emocional en la chamba, una burocracia que ejerce la violencia laboral donde se supone que somos pacifistas, un control sobre las actividades que todas realizamos y una chinga porque mis demás compañeras o van a terapia en horas de trabajo o están haciendo vida social y tienen más de quince días sin presentarse a trabajar, todo eso es mi jornada laboral de ocho horas que se extienden a más incluso sábados y domingos.

Pero también he construido lealtades y muchas amistades, sobre todo con Esperanza y Daniel, por eso no fue fácil decidirme cuando me volvieron a ofrecer el puesto en el INEGI, aunque representara un logro regresar ahí y con las mismas condiciones de mi estancia pasada, aún no se los he dicho, creo que mañana soltaré la bomba, por mientras mi conciencia no está nada tranquila pensando cómo se los diré.