lunes, 9 de abril de 2007

A los que se creen Dios...

Hoy la casa de Dios amaneció desdibujada, gris.
Era un color triste, sentimental, nada llamativo.
Si Dios era flama, ¿En dónde quedó su fuego?
Por los pasillos cada vez más solos se comenta que
Dios no supo comprender a los generadores de luz.
También se dice que él está oscurecido,
opacado, que el tono de su piel es igual al de de los
que sufren soledad, esa que es fría y que
pone la piel y el corazón de gallina.
Pero Dios no quiere saber de ellos y los juzga
implacablemente, y ¿es que acaso ese no es su trabajo?
Mientras que los generadores han sentido
la lejanía de Dios a través de los espacios que perdieron,
asilados, exiliados, no comprenden las tinieblas,
ellos que siempre han sido de luz, pero eso no sirve de nada
ante la sinrazón de Dios. Ý él es cruel con los que lo conocen en su verdadera esencia, débil e incongruente, y solo, demasiado solo, para ser Dios.

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