Hace algunos días hubo reencuentro de amigos de prepa y universidad, Pavel, Corina y yo nos vimos después de dos años donde nos ha pasado de todo (desde buenas chambas, buenos proyectos, hasta la incertidumbre de amores religiosos, académicos, entre otras cosas)
Me encantó estar con ellos, entre chelas, margaritas y en cantinas setenteras donde lo único que faltaba eran las ficheras y uno que otro cómico de aquel entonces.
Si alguno de los dos leen esto quiero que sepan que se les estima, y hablando de construir identidades, ustedes son dos pilares importantes de lo que soy ahora.
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2 comentarios:
Dijo Pavel: "estuvo chido, aunque me hubiera gustado menos ambiente setentero..."
Y yo digo: estuvo chido, incluso lo setentero fue divertido... Me dio mucho gusto volverlos a ver, porque sé que tomamos caminos diferentes y que seguimos cada quien con nuestras cosas, pero estar juntos nuevamente, es regresar a una parte de mis pensamientos, de mis sentimientos, que confirman realmente quién soy...
Los quiero mucho a ambos.
Uy! Si que me he perdido de mucho en tu blog Caro. Lo padre es que me encuentro con esta entrada (entre otras muy divertidas) y me da un gusto enorme leer lo que han dejado escrito sobre aquel día.
Definitivamente fue una muy buena tarde que duro muy poquito, que definitivamente quiero que se repita y cuyo recuerdo atesoro con mucho cariño en lo que queda de mi memoria.
Caro, siempre has sido influencia para mi, gracias por tu amistad, te quiero un chingo y mi corazón se alegra cada vez que te veo.
Un abrazote.
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